La paga de los domingos

Os voy a contar un secreto, así por lo «bajini»:

 

 Las chuches están más buenas si las compras con la paga de los domingos

Ahora las chuches las compran las madres ¿pero hasta dónde vamos a llegar? Las chuches, de toda la vida, se compraban con el dinerillo de los domingos. todavía me acuerdo yo del duro que me daba mi madre después de misa cuando vivíamos en Ajalvir y me iba corriendo a la tienda a comprar pastillas de burra, que hoy ya no existen, pero que a mí me parecía Manjar de dioses. con su bolsita transparente, venían 5 pastillitas tamaño extra de color rosita ¡qué buenas!. Nunca olvidaré aquel sabor.

Ahora mis sobrinos o los hijos de mis amigos comen chuches de las que sus padres o nosotros les compramos. Y poquitas, que se pican los dientes….. ¿y qué más da? total, los dientes de leche se caen ¿no? Ya iremos al dentista cuando seamos mayores, que para eso están.

Si me oyera alguna de mis cuñadas o amigas con hijos, se echarían las manos a la cabeza. Pero, digo yo: Pues tampoco es para tanto. Nosotros comimos chuches y tampoco estamos tan mal. En fin, aquí os dejo un vídeo y unas imágenes para que recordéis aquellos momentos maravillosos de los domingos después de misa. Algunas resistieron el paso del tiempo, pero hay muchas que ya son imposibles de encontrar.

CHICLE BAZOOKA 

(click  en el nombre para ver anuncio)

Fue el rey de las golosinas a finales de los años 60 y durante los 70. La estrella del kiosco. Un peseta un chicle. Famosa su canción la del Chicle Bazoka, se estira y explota. También fueron famosos sus regalos como las calcomanías de escudos de equipos de fútbol, las mini historietas de Joe Bazooka etc. Si enviabas 25 envoltorios del chicle, recibías por correo la famosa insignia de «Joe Bazoka». Un clásico de todos los niños y niñas de esa época (Ver noticia relacionada en la sección de noticias de este blog)
                  

OTROS CHICLES

También había otros muchos chicles que nos gustaban y cada uno era distinto y especial. A mí los que más me gustaban eran los de fresa ácida, que ahora no se encuentran ¡una pena!

 De los que me acuerdo son:

 

CHICLE COSMOS: El chicle negro, con sabor a regaliz negro.

Traía unas pegatinas con temas del espacio.

¿No me digas que no te acuerdas?

 

 

CHICLE JUNIOR CHEIW:

Productos Damel: De fresa, fresa ácida o clorofila

«Por 5 pesetas te dan un tacote de cheiw. Junior Cheiw…»

¿Os acordáis del chiste:  «Me da un chicle – ¿Cheiw? – No, chinco»

 

 

 

 

CHICLE ROLLING GUM:

El chicle enrollado largo, largo.

 Te lo ibas comiendo mientras lo desenrollabas.

También de productos Damel.

 

 

CHICLES BANG BANG:

 Estos no se me olvidarán nunca. Mi abuelo siempre nos traía un paquete a cada uno.

Venían 5 tacos cuadrados de chicle en un paquete, te llenaba la boca y hacían unas pompas gigantes.

 

CHICLES NIÑA:  el chicle para chicas más popular de la historia. 

El chicle era de sabor de fresa Bubble Gum y lo fabricaba Fleer Española y, como era habitual en estos productos, llevaba cromos.

Éste que mostramos, era una serie de dedicada a los ‘Trajes Mundiales’. Los crómos iban dentro de la envoltura y se pegaban en un álbum, una vez completado podías ganar varios regalos. Y después, también regalaban ¡no te lo pierdas! ¡RECORTABLES! El chicle más completo para nosotras.

Su logotipo era una corona con la inscripción ‘Fleer’ en su interior.

(ver anuncio más abajo, donde los caramelos sugus)

 

 

CHICLES DUNKIN:  fabricados por la empresa Gallina Blanca Dunkin.

Los chicles Dunkin se hicieron muy famosos gracias a lo que regalaban: colecciones de Asterix, personajes de la Warner, Capuchas para lápices, personajes del tebeo, la familia Telerín, Lucky Luke y una ajedrez que llegó a ser el regalo preferido de los niños y niñas de la época.

 

CHICLES BOOMER: Es de los pocos que contienen azúcar.
Boomer era una  mezcla entre el Capitán América y el hombre elástico con un traje azul de lycra de la cabeza a los pies.

En los anuncios, Boomer está siempre dispuesto a ayudar a los niños en apuros gracias a sus habilidades elásticas. Y por supuesto, después de superar el peligro, todos lo celebraban comiendo chicles.

Una de las grandes innovaciones en este terreno fue el lanzamiento de Kilométrico boomer, un larguísimo chicle que venía (y viene, por que aún se vende) enrollado en una cajita de plástico, para que extrajeramos de la misma la cantidad de chicle deseado.

«Boom, boom, boomer. El super chicle»

 

 

CHICLES BUBALOO:

Los primeros chicles con relleno.

«Una explosión de sabor»….mientras duraba el líquido. Al ratito, los tirabas porque se ponían duros.

 

 

 

CHICLES ADAMS: No eran chicles, eran chiclets. Los chicles en pastilla dentro de una caja, que sonaban dentro cuando la movías…ese sonido tan característico que se convirtió en el icono del producto.

Los había de todos los sabores: Menta (caja color amarillo), el sabor a canela (caja color roja), sabor a tutti-frutti (caja rosada) el sabor a yerbabuena (caja color verde) y el sabor a fresa (caja color rosado tirando a rojo) y la caja multisabores. 

 

LAS PASTILLAS DE BURRA

Se hacían, tal y como dice el nombre, de leche auténtica de burra y empezaron vendiéndose a granel en las farmacias porque tenían cualidades nutritivas y aliviaban los dolores de garganta.

Debido a su delicioso sabor se convirtieron en una golosina para los niños  y se empezaron a vender en Kioskos y tiendas. Se vendían a 1 peseta en bolsitas transparentes de 5 pastillas. Eran blancas y ¡deliciooooosas!.

Despuéslos burros empezaron a estar en peligro de extinción y se acabó la leche de burra para hacer pastillas. 

PETA ZETAS

(click en el nombre para ver anuncio)

Gracias al cielo, este producto todavía se puede encontrar en cualquier frutos secos y se ha convertido en un clásico intemporal.

Peta Zeta está creado por la empresa Zeta Industrial y consiste en un compuesto granulado que tiene la peculiaridad de “chisporrotear” en la boca, haciendo toda clase de ruidos y chasquidos ¡GENIAL!

 

Este ruido se debe a uno de sus ingredientes, el anhídrido carbónico, que al entrar en contacto con la humedad de la lengua comienza a escapar de los granos, provocando su característico sonido. Este componente no es ni más ni menos que un pariente cercano del responsable de las burbujas de la Coca-Cola.

Por cierto, que hablando de la Coca-Cola y los Peta Zetas, existía una curiosa leyenda urbana que afirmaba que si mezclábamos estos dos productos, nuestro estómago podía llegar a explotar. Supongo que lo más que podía pasar es que nos llenaramos de gases que tendríamos que… liberar, de alguna forma.

 

En el anuncio salía un niño con traje de astronauta que nos decía:

 “Peta Zeta: el caramelo que peta”

CHUPA CHUPS

(click  en el nombre para ver anuncio)

 El caramelo con palo, de todos los sabores y colores, es la chuche que conoce toooodo el mundo.

Slogan: «Con chupachups, siempre ganas»

En 1958 se introdujo en el mercado español el primer caramelo redondo con palo bajo la marca comercial «Chups». Un eslogan publicitario de la marca decía «chupa Chups» y la gente lo adoptó como nombre del producto.

Chupa Chups ha arraigado en el acervo popular y sirve para denominar en general a todos los caramelos esféricos con un palo.

 

Yo me acuerdo, sobre todo, de los de fresa y los de coca-cola, que eran los que más me gustaban. Luego salieron los chupa chups Koyak, que dentro tenían un chicle ¡toma ya! y el personaje de la serie del mismo nombre siempre tenía en la boca un chupa chups….y también estaban los de mitad fresa mitad nata.

 

PALOTES

(click  en el nombre para ver anuncio)

Otro producto Damel. Se nos ha olvidado a todos, pero en un principio el caramelo se llamaba palín palotes. Hoy día, sólo lo conocemos como palote.

Son caramelos largos, blandos y masticables…. ¡Delicioooosos! ….y se pegan en los dientes y luego te lo tienes que despegar con la lengua.

Cómo se pongan duros, no hay quién los parta.

 

Ahora los hay de varios sabores, pero cuando yo los compraba al salir del cole solo los había de nata-fresa y el de fresa sola.

 

 

CARAMELOS

CARAMELOS DRÁCULA:  Los caramelos Drácula eran como la cocaína para los jóvenes de hoy día. Con sólo un duro de dráculas, un niño de los 80 tenía energía suficiente para estar varios días haciendo putadas sin cansarse.

 Además de darte energía, estos caramelos te ponían la lengua roja durante un buen rato. Rato que pasabas enseñándola a todos como un gilipollas y diciendo “Mira, soy un vampiro“.

CHIMOS: Chimos son un agujero rodeado de buen caramelo…..

Los había de mil sabores e ibas descubriendo color a color conforme ibas abriendo el cartucho que los envolvía y después de  mucho rato chupando el caramelo, sólo quedaba una fina capa con su eterno agujero en el medio.

CUBA-LIBRE: Costaban a peseta cuando era más pequeña y después pasaron a costar tres por 5 pesetas…
Era un caramelo duro de color marrón claro alargado con bordes cuadrados.

La combinación de acido y dulce y sabor parecido a la cocacola era auténtico, o eso me lo parecía a mí.

CARAMELOS PEZ: Lo más importante de estos caramelo no es su sabor, sino el dispensador, donde los cargabas e ibas soltando uno a uno a golpe de cabeza.

Los caramelos vienen en paquetes y los suelen vender con el dosificador correspondiente, que tiene un tubito alargado donde metes los caramelitos de los paquetes y arriba tiene la cabeza de un muñeco….

¡Levantando la cabeza hacia atrás aparece un caramelo!

 

 

 

 

A veces, los caramelos se atascaban en el tubito y había que abrir para desatascar.

 Normalmente, se salían todos de golpe…y otra vez a colocarlos ¡qué momento! Los hay de los personajes mas insospechados, desde tom y jerry hasta los simpson y su familia y compañeros. 

 

 

 

 

 CARAMELOS SUGUS: Al día de hoy todavía me hago una pregunta: ¿porqué siempre había menos de piña y más de limón y naranja? ¡pero si los de piña eran los más buenoooos!

También me acuerdo que traían un envoltorio de colores con muchas palabras SUGUS (que yo siempre contaba) y después otro papelito blanco, que a veces se pegaba al caramelo y había que despegar con cuidado para no comértelo.

Salibar comiendo un sugus y despegártelo después de los dientes sigue siendo un placer ¿te acuerdas de la canción? Ahora ya no los fabrica Suchard, pero siempre recordaremos esta cancioncilla:

«Caaaramelos suuugus, caaaramelos suuugus, caramelos suuguuuuus, sugus de Suchaaaard»

 

CARAMELOS SNIPE:

Otros masticables, pero con sabor a NATA ¡deliciosos! Después los sacaron de más sabores, pero no era lo mismo.

Los auténticos, los de nata.

Y otro más de Productos Damel.

 

OTRAS CHUCHES